Son sin gluten, RIQUÍSIMOS, y los vas a amar. Sí, podés hacer mil y freezarlos. Me gusta servirlos con mucho limón y una ensaladita rica. También quedan genial con queso crema de nuez. ¡Que los disfrutes!

ingredientes:

  • 1 taza de polenta (medida en crudo)
  • 1 atado de acelga
  • 1 cda de harina de garbanzos
  • Sal, pimienta y nuez moscada

paso a paso:

  1. Precalentamos el horno a temperatura media.
  2. Hacemos la polenta: en una cacerola hervimos 2 y 1/2 tazas de agua y le ponemos un poquito de sal. Cuando hierve, tiramos la polenta en forma de lluvia y revolvemos durante 1 o 2 minutos a fuego medio y apagamos.
  3. Picamos la acelga con las pencas incluidas. Te recomiendo que uses cuchillo de cerámica para que no se oxiden las hojas (vas a ver que le cambia el sabor), pero también podés hacerla cortando con las manos en pedazos chiquitos. Si te da fiaca y no tenés cuchillo de cerámica, hacelo con uno común, no es tan grave.
  4. Salteamos la acelga picada en sartén con unas gotitas de aceite, a fuego medio, revolviendo todo el tiempo. Cuando está bien blandita, ya está lista.
  5. En un bowlcito, mezclamos la harina de garbanzos con 3 cdas de agua. Esto sirve como reemplazo de los huevos.
  6. Mandamos la acelga cocida a otro bowl y la mezclamos con la polenta, los condimentos y el reemplazo de huevo.
  7. Armamos los buñuelos (hacemos bolitas y las achatamos) y mandamos al horno en placa aceitada unos 15 minutos, hasta que estén dorados. Cada horno es particular: si ves que se doran por abajo, pero por arriba se ven medio crudos, dalos vuelta y cocinalos 5 o 10 minutos más. ¡Listo!