1. Unas 8-12 horas antes de cocinar las legumbres, las dejamos en un bowl con abundante agua para activarlas.
  2. Pasadas entre 8-12 horas, las enjuagamos en un colador.
  3. Las metemos en una olla con agua. ¿Cuánta agua? Por cada taza de legumbres, entre 3 y 4 tazas de agua hirviendo. No le pongas más que 3 o 4 partes de agua por 1 de legumbres porque si no, se van a disolver demasiado los nutrientes.
  4. Para que se conserven mejor los nutrientes, también es ideal cocinar a fuego bajo con la olla destapada. Si estás apurade, no pasa nada: subí el fuego, que se va a hacer más rápido aunque no sea lo IDEAL.
  5. ¿Cuánto tiempo las cocinamos? Depende de tu cocina, la olla y la cantidad de legumbre que hayas puesto: simplemente, fijate que estén blanditas al probarlas.

Este método sirve para todas las legumbres excepto las lentejas turcas: no es necesario remojarlas. Además, estas lentejas normalmente pierden su formita y quedan tipo puré. Si las sacas JUSTO a tiempo, pueden quedarte con forma más DEFINIDA, pero te recomiendo que las cocines con menos agua, apenas un centímetro por encima de las lentejas, y que las comas como pastita untable, en sopa crema o como puré.