1. Unas 3 horas antes de cocinar la quinoa, la dejamos en un bowl con abundante agua para activarla. No la dejes más tiempo, porque puede germinar. Si te olvidaste o no tenés tiempo pasá directo al punto 2, ¡no hay problema!
  2. Luego, la lavamos varias veces (puede ser en la misma olla en la que la vas a cocinar, así no tenés que lavar otra cosa) y la colamos con colador de malla finita. Lavamos y colamos unas 4-5 veces, hasta que el agua salga limpita, sin espuma.
  3. Cocinamos en una olla una parte de quinoa por 3 o 4 partes de agua hirviendo: si cocinás una taza de quinoa, mandale 3 o 4 de agua. Lo mejor para que se conserven los nutrientes es cocinar a fuego bajo con la olla destapada.
  4. La quinoa demora unos 25 minutos en estar lista: vas a darte cuenta probándola. Si está blandita, ya está lista.